quiero ser una tenembaum.. o lo soy?

hace un par de días leí que Marco Aurelio concebía el mundo de uno mismo, no como una resta de cosas, una especie de eterna soledad y penuria, y además a ello sumado.. o restado, el asunto de la limitación hacia uno mismo, y decía que por el contrario, aquél que quisiera fortalecerse no debía hacerlo para ser más fuerte que los otros, o en competencia con los demás, y así generar el más débil o el más fuerte, sabias palabras, y aunque nada tardías podría ser que más bien muy tempranas. Marco Aurelio resumía que el sí mismo y el descubrimiento de uno debería ir signado por la vida que uno lleva, a lo que uno sabe que podría sucederle, esas vivencias que en los peores casos nos creemos aunque en el peor sueño, forzados a vivir.

Hoy viendo "los excéntricos tenembaums" de wess anderson, comprendí que siempre he querido ser un tenembaum.. que creo que lo soy.. y que además recuerdo cuando lo comencé a ser.

Tengo claro los días, todas esas sumas de extralímites experiencias en una época tan temprana, quizás no tanto.. pero para mi lo era, para mi lo fue. determinante tenembaum. Recuerdo la primera vez que vi la película, sobre un sofá cama polaco, con un gigante polaco, con su cigarro, con mi cigarro, y una tardía esperanza de dormir alojada en los bolsillos del pantalón que estaba sobre la tapa del cesto de la ropa sucia unos días atrás. Recuerdo tantas cosas con ese gigante. de eso tendré que hablar un día de estos.

El asunto es que si, cada día que despierta, sobre todo en esta cama gigante de estos días, de estos últimos meses, mi cama gigante, que me despierto pensando, dios mio, qué me deparará hoy el día? en qué asunto me iré a meter? jejeje.. y eso hace que salte rápidamente de la cama y me bañe de inmediato me vista para salir, y me siente a trabajar, ahí donde se arropan los sueños de noche, o en la mesita que la gri me ha prestado mientras tanto.. 4 meses... son tan sólo 4 meses.. no tienen letra en este caso, son un número.

Cada día me atrapa cada vez más alocado.. cada día pierdo más mis límites, lo sé. y no hago nada para evitarlo, tampoco hago por hacer más.. sólo pasa. Pasan tantas cosas. Se oye cada historia cuando se tiene un poco de tiempo para escuchar, en cualquier esquina, en cualquier espacio, sentada a las afueras de una iglesia cordobesa, los vestidos, los peinados, las caras, los pies recogidos al caminar. Quisiera un día hacer un experimento con el modo en que la cadera se ajusta al fémur, y este a la rótula, y este a la tibia, finalmente, al tobillo y el pie. creo que ese es el recorrido.. en tal caso, estoy fielmente segura de que esa forma de ajustarse las piernas hablan mucho de cómo es esa persona. (ahora es que estoy notando que parece una de las cartas que les escribo a mis amigos más íntimos.. pero así lo dejaré)

Quiero seguir siendo un tenembaum.. quiero seguir siendo yo
y además, quiero seguir viviendo las locuras sin sentido y con colores tan intensos y bidimensionales. a veces son multicolores, pero casi siempre, el tiempo sólo me ha permitido ver un solo color o dos a la vez. Se van bajando los lentes de color que uno no tiene idea que lleva, se van rodando las canciones que uno alguna vez soñó que nunca oiría, se ajustan los vestidos a cuerpos que jamás fueron pensados para este planeta, y con ternura sádica se me afinan los sentidos para disfrutar tal locura, para disfrutar tal exacerbada forma de ser que tiene cada quien. adoro que se desvistan en palabras frente a mi y descubrir cada brillo. soy una sádica de la verdad.

así, en ese sadismo,
descubrí que hay una cara en el planeta que brilla,
brilla .. sólo brilla
su brillo es como si se palideciera la piel por la cercanía de la bombilla,
como cuando ponemos una linterna sobre el índice y se ve a través,
así es,
es un halo impresionante!
su cara brilla y yo lo veía,
quizás nadie lo había visto antes,
pero de algo estoy segura, él no lo ha visto,
sólo a través de las palabras y los gestos de quien alguna vez lo vuelva a ver.

no quiero olvidar cómo brilla.