martes, septiembre 23, 2008

De cuando entraste a mi vida

un día me convidabas a tus pensamientos
consultando cómo habíamos entrado juntos a nuestras puertas
sin aviso, sin percatarnos
sólo viviendo en un hoy eterno
con tu presencia de calcomanía
de vestido
de reflejos
de un yogurt mañanero
yo, entonces, al escuchar tu pensamiento
noté que nunca había pensando en eso
porque como cada día, estoy segura que nací ese día, sólo para conocerte
y cada día siguiente a ese, que es el de siempre: estás
y ya parece que no hay pasado sin tu presencia
y ya parece que no hay futuro sin tu presencia
y seguro es, te digo mi querido Rada, hay hoy es con tu presencia.

No hay comentarios.: